martes, 14 de marzo de 2017

Etimología de Cantabria a partir de la palabra gándara

En los primeros encuentros de historia de Cantabria, a finales de los noventa, el profesor Morales defendió que el macrotopónimo Cantabria está relacionado con el agua, contradiciendo así la hipótesis hoy ampliamente aceptada de que procede de una raíz prerromana CANT-, "piedra", presente en el pico Candiano (en la ría del Asón, que creo no aparece recogido en los mapas pese a la importancia icónica que disfruta entre la población local) o monte Candina, entre otros, así como en la palabra gándara enmascarada bajo su variante GAND-, que ha dado lugar a topónimos directos como Gándara, la cordillera donde destaca Peña Cabarga.

En la conferencia del otro día en La Libre Raúl expresó sus dudas sobre la palabra gándara. Que estaba relacionada con piedras, sí, pero no sabía la diferencia que había respecto a garma.

Garma, como el propio ponente explicó, es un lugar con tantas piedras que se hace difícil pasar. Cuando estas piedras son de gran tamaño, añado yo, recibe el nombre de biércol o abiércol, al menos en el Alto Nansa.

Tomando después unas cañas con Raúl, Aparicio nos aclaró que gándara es una garma entre cuyas piedras corre el agua, como por ejemplo pasa en La Gándara, la campa donde nace el río de igual nombre, también conocido entre los vecinos como Soba (y que aquí propuse podría haber sido conocido también como Rufaco).

La palabra gándara, prerromana, no olvidéis que presenta la raíz GAND- que se toma como variante de la raíz CANT-.

Así, el habla viva nos está informando sobre la etimología de Cantabria, que bien podría tener que ver con piedras, sí, pero también con agua, satisfaciendo de esta manera las dos hipótesis que están encima de la mesa. La realidad supera con mucho lo que podamos imaginar.

Dejo este hilo tendido para otros.

Para que luego digan que el patrimonio lingüístico de Cantabria no es importante, que no merece ser declarado BIC.

8 comentarios:

Serrón dijo...

Si alguien tiene algo que aportar sobre gándara, garma, biércol y otras palabras de la familia como castru, lastra, llusa o llábana, será bienvenido.

Anónimo dijo...

"Garma" no tengo muy visto el término ni su diferencia con "gándara" así que prefiero no despistar opinando sin base. Sí que me viene la idea de que "garma" podría estar relacionada con "carba" y a su vez ésta con un hipotético "gáraba" (de donde vendría Garabandal, no sé así si la toponimia antigua pudiera arrojar algo de luz). No me sorprendería que todo fueran variantes de una misma raíz.

Añidiría un matiz a la palabra "(a)biércol". Tampoco puedo asegurarlo al cien por cien pero diría que a diferencia de un castru, etc, no serían afloramientos de piedra del subsuelo (como los famosos "ciliebros" que tienen toda la pinta de ser una alegoría) estaríamos hablando de una acumulación de piedras, cantos, etc, sueltos, lo que en otros sitios denominan "canchal".

Quizás relacionado con lo que mientas seguro que hay una palabra que os gustará y calculo no conozcáis. Tampoco es que se escuche mucho.

"Escalestrar", la tengo oída cuando por la fuerza de una escorrentía de agua se arrastra la capa de terreno superfical quedando al aire la roca madre tipo lancha o lastra.

Podría ser, camiéntome, una especie de híbrido entre "escalar" y "lastra"... aunque no pasa de ser mera "sonsomecha".

Castru y castra son, se me hace, bastante conocidas y estudiadas.

"Llusa" y "llábana" ya me suenan a cosa asturleonesa, como de tierra ajenu... al menos en el lenguaje vivo.



Serrón dijo...

Muchas gracias por tus aportaciones. "Biércol" o "abiércol" en Garabandal yo creo que es un canchal, sí, pero en todo caso de piedras de buen tamaño. "Llábana" a mí se me hace lebaniega.

Jesús J. Maroñas dijo...

Dos anotaciones sobre el debate:

Hay que tener mucho cuidado en emparentar topónimos que parecen tener bases similares o con sonorizaciones de sordas intervocálicas o iniciales, que son fenómenos constatados en la toponimia peninsular pero pueden llevarnos a error muy fácilmente. Por ello siempre, antes de intentar analizar un topónimo es necesario investigar sus formas escritas más antiguas hasta donde podamos remontarnos y esto es una tarea ardua; lo digo por experiencia. Y aún así también con las formas más antiguas y su evolución a través del tiempo, el embrollo puede ser de más difícil resolución, pero al menos se posee una base más segura.

Por otro lado, el profesor Sádaba, en su trabajo sobre la "Toponimia de la Guerra", ya dejó anotado que Garabandal es un topónimo provisto de sufijo abundancial (pedreg-al; mor-al; noced-al; etc....) y que García Lomas lo relacionó con nuestro vocablo patrimonial gáraba "árgoma", con lo que Garabandal es el "argomal", y equivalente a Argomedo y Argumosa.

Toponimia de la Guerra - José Luis R. Sádaba, p. 185, n. 36)

Un saludo.

Anónimo dijo...

Perdón por la interrupción: la "llábana" de la que hablais es el equivalente de la "ll.ábana" asturiana?

Anónimo pasiego

Serrón dijo...

Perdón, quería decir "lláneba", con la misma etimología latina que el sustantivo también cántabro "llambria", que en Campoo se pronuncia "llambría" y que quizá esté emparentado con el también campurriano "lambrés", que significa "prado de poca calidad en lo alto de un cerro".

Coincido en que "gáraba" no enlaza bien con "gándara".

Anónimo dijo...

Por siaca, no he relacionado gándara con garma sino que planteo la posibilidad de relación entre "gáraba" y "carba", quizá incluso con "garma". Quien sabe si hasta con "garoju", al que se suele relacionar con el latín "carylĭum", "garaúja", etc.

Por eso digo que aportaría quizás algo el estudio de documentación antigua. Solo apunto similitudes, sean los expertos quienes le encuentren sustento científico, si lo tiene.

Serrón dijo...

Cáspita! :) Garáuja! Esa palabra me tiene loco desde hace años...

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