sábado, 6 de febrero de 2016

Cuartu del portal, joche y juche

En una fase intermedia de la evolución de la casa montañesa aparece un cuarto incrustado en el portal. Este cuarto los libros lo llaman "del peregrino" pero ningún montañés lo llama así no ya porque al peregrino se le llame peligrinu, razón suficiente, sino porque, además, este cuarto es el del portal, es decir, el cuartu del portal, sin más vueltas.

La gente de paso, como por ejemplo los hojalateros, se quedaban a dormir no en un cuarto especialmente preparado para ellos sino en los pajares. Manuel Llano lo confirma cuando trata de los méndigos. Él lo sabe de primera mano: no en vano fue lazarillo de su padre.

Cuidado que no niego que en origen este cuarto pudiera nacer para dar cobijo a los peregrinos. De hecho es frecuente encontrar en la decoración de la casa montañesa taqueado jaqués, típicamente románico, asociado a las peregrinaciones medievales. Pero lo que es claro es que el cuartu del portal se puede explicar desde dentro, sin necesidad de buscar explicaciones ajenas a la inercia de la casa montañesa, a saber: la casa llana prolonga el portal, en el portal se montan armadijos de madera conocidos como vargaretas en el Nansa para guardar aperos y estos armadijos se prolongan hasta el suelo dando lugar a espacios cerrados que pronto se convierten en cuartos. Es normal que los paisanos conozcan el resultado final de este proceso como cuartos del portal, porque realmente es lo que son, y no "cuartos del peregrino". Insisto en que no niego que el detonante de este cuarto sea algo ajeno al proceso lógico descrito y que este cuarto aparezca porque alguien con poder obliga o convence a los vecinos a destinar la mejor estancia de la casa a los peregrinos, incluso a que se les construya una estancia específica para ellos. Pero tengo para mí que eso del "cuarto del peregrino", por mucho que disfrute de respaldo documental, tiene mucho de mito moderno (llegan los maestros de obra y se apropian cuando menos documentalmente de lo que encuentran, construido desde abajo) y de acreditación reciente, por supuesto interesada, surgida al albur de la arquitectura neomontañesa en las primeras décadas del siglo pasado.

Cuando una persona duerme en el pajar, al hueco que deja en la hierba se le llama joche. No lo busquéis en el Diccionario de la Real Academia Española. No lo busquéis en los libros.

Si el cuerpo es la catedral del alma
la herba curau del joche la luz
de noche.

El otro día en Enterrías, Liébana, una vecina nos dijo que juche es el lugar donde se esconde algo. Nos lo dijo mientras nos enseñaba el zulo de una casa de potentados del pueblo. Le pregunté: ¿Y cómo se llama aquí a los zulos? A lo que respondió: De ninguna manera, zulo. ¿Por qué no juche?, me pregunté, pero no se lo dije.

En resumen, joche es en Cabuérniga el hueco que deja una persona en la hierba cuando duerme y juche es en Liébana el lugar donde se esconde algo.

¿Compartirán el montañés joche y el lebaniego juche campo semántico? Todo parece indicar que sí. ¿Y etimología? ¿Tendrán algo que ver con el vasco botxo, que es, entre otras acepciones, como se denomina familiarmente a Bilbao? De ser cierta nuestra intuición habría que emparentar joche y juche además de con el vasco botxo con el castellano buche y boche, que, según Corominas, proceden del castellano antiguo poço, poça, que a su vez lo hacen del latín PUTEUM, PUTEA, "pozo".

¿Y la jucha ,"arca", la kutxa vasca, "caja", y el juchu, "espeto"? ¿Tendrán algo que ver, aunque sea de forma tangencial?

2 comentarios:

Serrón dijo...

Esta mañana a primera hora, domingo, han echado el programa de un cocinero inglés que se dedica a reinterpretar recetas antiguas de su país. No tanto tradicionales, sino antiguas. Los platos que resultan generalmente no gustan a los comensales: son sabores muy duros para nuestro paladar actual. El programa se plantea casi como uno de humor, imagino que por esta circunstancia, es decir, para quitar hierro a las recetas. Me parece una idea brillante. En el programa de esta mañana el cocinero, cuyo nombre no recuerdo, ha preparado un asado al estilo antiguo inglés, es decir, al espeto. No he podido evitar acordarme de nuestros "juchos".

DROSERA Comunicación onírica dijo...

"Quiero veti la cara
piru tú eris la ñevi que va esmanándosi
naidi enos ojos
amurriás alcordanzas nel muestru joche"

Guillermo Arcera

;-)

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