martes, 22 de septiembre de 2015

Liébana, 2

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Viga caballar tirada en Cahecho:



Viga caballar en uso en una casa del mismo pueblo:



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En la última foto del punto anterior se ve bien a las claras qué pasa cuando a una casa lebaniega se le cae una pared: nada, que la casa sigue en pie, lo mismo que ocurre con una casa cabuérniga. ¿Por qué? Porque las casas lebaniegas también siguen la lógica del cuadru, que consiste en una estructura básica de madera, tipo pérgola, sobre la que reposa la cubierta y envolviéndolo todo, piedra. La madera y tejado se levantan en los meses cálidos, se echa el ramu y luego, durante los meses lluviosos, se envuelve el conjunto con paredes.

Los ejemplos son incontables primero porque en muchas casas lebaniegas la parte alta está abierta (o quizá en su origen no lo estuviera pero el cierre original, de tablas o zarzo, se ha perdido) y segundo porque muchas casas están en ruinas y se ven fatalmente todas las tripas, lo que es muy de lamentar.

Un ejemplo entre mil de la lógica del cuadru comentada:



¿Cómo vamos a hablar de muros de carga, como hace el arquitecto de cabecera Ruiz de la Riva, si los muros ni siquiera alcanzan la cubierta? ¿Cómo va a reposar ésta sobre los muros? Si es que no es ni tan raro que no haya muros, como se puede apreciar en las fotos.

En ocasiones parece que la cubierta sí apoya en los muros, pero a través de peales, que en cualquier caso no son sustantivos, sino tan solo refuerzos de la estructura de madera base.





Lo habitual es que la estructura de madera se encuentre por dentro situada a un par de palmos de la pared de piedra, pero en ocasiones la estructura está empotrada en la pared: la lógica es la misma: si se cae la pared la estructura de madera, el alma, se mantiene en pie.



Por último, apuntar que esa casa de tipología tan antigua fotografiada en Cahecho, aquí, y tan parecida, por otra parte, a las casas tan antiguas localizadas en Lafuente (Lamasón), aquí, que no he podido ver por dentro, también tenía cuadru (me refiero a la de Cahecho, a la que sí he podido entrar).

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Pared exterior de zarzo creo recordar que en Mogroveju (a partir de ahora dudo de la ubicación de todas las fotos lebaniegas de este post):



Otra más ésta de dimensiones monumentales que apenas se aprecian en la foto:



Por cierto, fotos de carro chillón cabuérnigo engalanado (sí, de nuevo hortensias, como ocurría con el carro de la gata negra de Carasa):



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Aquí puse fotos de dinteles lebaniegos de madera tallados, una anomalía en relación con otras comarcas cántabras. Pongo a continuación fotos de otro dintel lebaniego de madera tallado:



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Rejostra exterior:



En esta otra puerta había una piedra preparada para recibirla:





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[Entrada eliminada por insustancial].

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Poca decoración en las casas lebaniegas, pero la que hay es muy fina. Detalle en puerta de Cahecho:



Las triangulaciones de esta talla adquieren un sentido extra en su contexto: a unos pasos, el abismo, y de frente, montes que parecen aéreos.

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Manzanos autóctonos en Piasca.

Y en toda Liébana.

La manzana del primer plano, muy rica.

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¿Protegiendo el portal de las gallinas o del gato?

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Entrada a casa con escalera y horno.

La arquitectura lebaniega escapa a toda estandarización. Y me encanta. O quizá ésa sea precisamente su principal característica: la adaptabilidad, lo que hace que parezca que no sigue norma alguna. Y es entonces cuando me gusta todavía más.

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