miércoles, 17 de agosto de 2016

Joracas cántabras y gateros burgaleses

En Poza de la Sal, lo mismo que en toda la comarca, las casas más antiguas se asientan sobre un primer piso de piedra (asombra la variedad de tipos de piedra que utilizan, desde toba a una piedra negra asociada a las salinas que dicen es volcánica) que a su vez lo hace sobre roca madre. Ésta puede estar excavada para las bodegas. Sobre este zócalo se levantan uno (las más antiguas) o dos pisos de entramado de madera y barro.

Las puertas de las casas más antiguas son de arco. Curiosamente no vimos ninguna al estilo montañés, es decir, con dos hojas, una pequeña que permanece fija (aunque se pueda abrir) y otra más amplia que es la que se utiliza en el día a día. En el norte de Burgos todas las puertas son de una sola hoja o de cuarterón.

De la casa en apariencia más antigua de Poza de la Sal solo se conserva en pie el zócalo de piedra. En una de las dovelas de la puerta aparece una perforación idéntica a las que encontramos en Valderredible y de las que dimos cuenta aquí.

Poza de la Sal:



No encontramos más en ninguna otra casa de La Bureba o comarcas vecinas.

Para Valderredible quedamos convencidos con la explicación de que son agujeros practicados para atar animales. Pero en Poza de la Sal parece claro que además de otras posibilidades estos agujeros fueron utilizados para cerrar la puerta.

Así como nosotros a fin de cuentas somos lo que hacemos (hechos son amores y no buenas razones) las cosas son para lo que sirven (la retórica, siguiendo con el ejemplo entre paréntesis de antes, no es el arte de hacer un bello discurso, y vano, sino de hacer un discurso que mueva a algo, si es que la belleza no es suficiente estímulo por sí misma). Es, si me apuráis, una forma de reciclaje porque no todo sirve para lo mismo siempre: o cambia (o se adapta) o desaparece.



En la puerta de la foto de arriba, tomada en Cantabrana, vemos una cerradura reforzada con una cadena que agarra en una argolla de la pared y en otra de la puerta. La argolla de la pared servía para atar animales y la de la puerta para tirar y cerrar la puerta, pero en la actualidad se utilizan ambas argollas para la cadena. Su uso cambia, su vida se prolonga. En la casa de Poza de la Sal estoy seguro que los agujeros practicados en la dovela fueron utilizados para atar una cuerda o cadena que entraba por el agujero abierto por la cerradura y cerrar la puerta, por mucho que en origen su uso fuera otro.

¿Qué son las cosas, para lo que nacen o para lo que sirven, para lo que son pensadas o para lo que son utilizadas? ¿Qué es llegar a ser otro, cumplir un programa o pervertirte, y cuánto tiene de una cosa u otra, de reto cumplido o de perversión, el llegar a ser otro queriendo o no, obligado o no?

En nuestra arquitectura tradicional sabemos que las joracas, esos agujeros practicados en la parte baja de las puertas, eran utilizados por las gallinas, que andaban sueltas por el pueblo y generalmente aselaban (dormían) bajo la escalera (interior) de la casa. No obstante, hoy en día lo normal es que te digan que las joracas son para los gatos: no, los gatos entraban a casa, y lo siguen haciendo, por donde pueden; las joracas son para las gallinas.

Pero a lo anterior siempre encuentro una falla: ¿y qué de las joracas en las puertas de las iglesias? ¿Gallinas en las iglesias?

Pongo fotos de joracas en Frías, Burgos:



En Frías las joracas reciben el nombre de gateros.

Foto de gatero en puerta de casa de Cantabrana:



¿Para gatos o para gallinas? ¿Para gatos y para gallinas? ¿Para gatos porque ya no hay gallinas? ¿Ni para gatos ni para gallinas porque ya no vive nadie en estos pueblos lo que es igual a decir que para turistas?

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