martes, 3 de marzo de 2015

El Deva y la vega de Molleda, brujas de 1929 en Valdecilla, patriotismo, salidas de humo, seles vizcaínos, catálogos patrimoniales, paredes menguantes, escaños con apoyabrazos bajos y estado de ánimo

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Andamos desde hace semanas a vueltas con el Deva y la vega de Molleda, que si la engulle o qué.

Las molledas son eso, zonas que sumen el agua, que sirven de contención a las crecidas, pero no de forma absoluta, caso de un dique, sino gradual. Es propio de las molledas que se encuentren anegadas. Son terrenos fértiles, pero inestables. No se puede construir en ellas. O sí, pero faltando el respeto al río. Y si el río se ve afectado por, por ejemplo, una escollera, es solo cuestión de tiempo que se desborde y entonces sí tengamos un problema entre manos.

Dejad al río en paz. Pero al río entendido en sentido amplio, no solo al agua que corre normalmente por el cauce. Pensad en las riberas, en las leras, en las molledas, en las bárcenas... tal y como se ha hecho entre nosotros desde que decidimos hacerlo bien. Pensad en el río como sistema. No vengáis ahora a trastocarnos todo.

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Listado de últimas aportaciones particulares a las obras de la Casa de Salud Valdecilla publicado por El Diario Montañés el 24 de octubre de 1929.

Fijaos en las dos brujas que aparecen en el listado.

La foto la he tomado de una microficha. Biblioteca Municipal de Santander.

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Viva España. Limpias.

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Zamárganu: la piel que pende del palu del zamarrón. Polaciones.

[Corrección: "El zamárganu era en realidad un utensilio muy común en las casas, una rústica fregona hecha de trapos atados que se sujetaban a un palo largo, conformando así la trapa. Con ella bien mojada se trapeaba el horno después de barrido para eliminar restos de ceniza de las baldosas calientes."]

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Lo que creemos son salidas de humo en las cocinas de una casa del casco viejo de Bilbao. En el último y penúltimo piso asoman las chimeneas de sendos extractores actuales.

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Cartela dedicada a los seles vizcaínos en el Museo Arqueológico de Bilbao.

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Catálogo de campanas de Vizcaya y ejemplo tomado de páginas interiores, por si alguien se anima. Los vascos no hacen más que publicar catálogos de todo. Incluso tengo uno de barajones. Aquí nos conformamos con echarlos en falta. Necesitamos catálogos de campanas, de campanos o cencerros, de abarcas, de portaladas, de danzas, de pañuelos, de trovas, de carros, de chorcos de lobos, de órganos de iglesia (creo que ya hay uno)...

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Las paredes de las casas se van estrechando a medida que aumenta la altura. Las distintas "fases" o "niveles" quedan a la vista en este jastial de Carmona. No tengo claro que a cada "fase" le corresponda una altura o piso.

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Los escaños solían estar en las cocinas. El lado próximo al fuego podía tener el apoyabrazos bajo para que no molestara en las tareas de la cocina: quitar y poner, probar, remover, etc.

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Vegetal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El zamárganu era en realidad un utensilio muy común en las casas, una rústica fregona hecha de trapos atados que se sujetaban a un palo largo, conformando así la "trapa". Con ella bien mojada se "trapeaba"el horno después de barrido para eliminar restos de ceniza de las baldosas calientes.

Respecto a lo de las inundaciones, siempre se decía que cuando el río se sale de madre viene con las escrituras debajo del brazo.

Apa.

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