miércoles, 26 de noviembre de 2014

Amores, hileras y casas llanas en Cueto, Dr. Madrazo, primera foto retocada y verbo inédito sobrachear

(1)


Amores. Las botas son de Raquel. La palabra es de la familia de Veceru, de Santutís, al que tanto echamos de menos.

(2)



En Cuetu también hay hileras, y muchas. La primera foto es de una casa que presenta el típico perfil de una antigua casa llana recrecida. No es que esta casa se haya construido así, con la frente alta, es que se ha añadido una segunda planta, o ampliado la existente, se ha incorporado un balcón y quizá también un desván. Probablemente sea resultado de la recepción del maíz hace tres siglos. Hay infinidad de casas con este perfil en Cabuérniga, solas o integradas en una hilera, como ésta. En Lamiña y Sopeña hemos visto antiguas casas llanas recrecidas por atrás.

La segunda foto es de una hilera de casas recrecidas, aunque no presenten el típico perfil de frente alta, todas salvo una, la que levanta menos que el resto, que es todavía llana, o eso creemos, porque no la hemos podido ver por delante. Si estuviéramos en lo cierto esta casa sería una joya.

Las dos hileras están a un paso de La Nuncia.

(3)


En toda la Biblioteca Central de Cantabria, antiguo secadero de tabaco, solo hay un sillar: el de la foto.

Este edificio sirvió como prisión durante muchos años. Aquí estuvo el Dr. Madrazo hasta que lo sacaron para morir en su casa de Castelar, en la habitación que está justo encima de la cafetería Siboney, en el primer piso. Lo metieron porque se le hizo un homenaje en Santander el año 36 (se puede leer en la prensa de la época) y porque brindó en una comida con un cáliz (se lo pasaron y dijo que no podía rechazar el ofrecimiento de un amigo). La actual calle Santa Lucía sabéis que se estrecha un poco a la altura de San Simón. Pues bien, desde ahí en dirección a Puerto Chico la calle se llamaba del Doctor Madrazo.

Sería bonito recuperar el nombre.

Si no, siempre nos quedará el sillar.

(4)


Mi primera foto retocada, o manipulada. Es de un morenal o poste de portilla de una finca en Cuetu. Qué bucólico y tradicional, ¿verdad?

(5)

En Ruente, sobrachear, segar un prado en cuesta, de acceso difícil, segarlo sin orden ni concierto, como Dios da a entender. Es una palabra que recuerda Rafael Pérez Llano, cuya última entrada en su blog, aquí, es impresionante.

No hay comentarios:

Archivu del blog