lunes, 19 de mayo de 2014

De ermitas, marucas y combas, lunas, magostas, repoblaciones y cerezales, del uquismo, de cocinas en torres, copos, pedresas y arcas lebaniegas

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Durante las últimas galernas la olas se dejaron sentir en toda la costa pero no en la península donde se levanta el centro de interpretación del litoral de Santander, en San Pedro del Mar. Este centro de interpretación se superpone a los restos de un fortín que a su vez lo hace sobre los restos de una antigua ermita, presumiblemente la que da nombre a San Pedro del Mar. Las olas, me contaba la guía del centro de interpretación, saltaban a un lado y a otro de la península, pero nunca alcanzaron al centro de interpretación (que se superpone a) fortín (que se superpone a) ermita.

En la playa de Ubiarco hay una ermita metida en una cueva que está a pie de mar, en el mismo acantilado. Es probable que esta iglesia cristianice un lugar sagrado previo. Por lo visto amenaza ruina. Una pena. Esta cueva es un punto de interés geológico: los estratos se van posando unos sobre otros en sentido horizontal, se acumulan como en un milhojas menos aquí, en la cueva de la ermita, donde se comban. La cueva es como una hornacina.

Los antiguos tenían un conocimiento del medio sorprendente. De la cueva nosotros también hemos sabido ver su valor y es por eso que ha sido declarada lugar de interés geológico, aunque la ermita se nos caiga. Pero en San Pedro del Mar, no. En San Pedro del Mar todavía no hemos sabido ver el porqué.

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En relación col anterior puntu (una relación remota, al treslumbri), dos palabras:

La primera, maruca. ¿Quiciás "badía chica"? Hay muchas marucas ena costa asturcántabra, otra más, pinto´l casu, ena propia badía de Sanander, una maruca qu´estaba ente l´autual Mercáu del Este y Cañadíu.

La segunda, balombru, "vibración de la soga nel juegu de la comba / pesu intrínsecu".

Dos sustantivos bien guapos.

(3)

La mejor luna para cortar madera es la menguante de enero.

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Importante:

Verbo magostar: consumirse algo, por ejemplo la batería de un coche, la tinta de un boli o la pila de un reloj.

Este verbo, además de ser muy interesante por sí mismo, puede ayudar a descubrir, en buenas manos, la etimología de uno de nuestros "pilares culturales", las magostas, de etimología hasta ahora oscura. Su valor es, así, doble.

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Libro recomendado: La Repoblación. De lo mejor que he leído en mi vida, sin exagerar. Lo venden en Gil y en La Libre, que sepa. Yo lo compré en la librería Paradiso de Xixón.

En relación con este libro, lo siguiente:

En Escobedo / Escobéu eran famosos sus cerezales. Ya apenas quedan. La desconexión con la tierra de los años sesenta acabó con ellos. Eran unas cerezas al parecer de una calidad excepcional. ¿Por qué no intentar recuperarlos? El producto local de calidad es una vía de futuro clara. Pongo foto (mala; es lo que hay) de un ejemplar de gran porte. Son cerezales muy antiguos.

Estas cerezas, las de estos cerezales, representan una oportunidad, como pasa con los limones de Novales o las patatas de Valderredible, los caricos, los garbanzos lebaniegos, etc. Si me apuráis, las cerezas son más fáciles de colocar que cualquier otro producto. El éxito está cantado.


Cuando leáis el libro sabréis cuál es su relación con los cerezales de Escobedo.

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Ya sabemos todos de nuestro inefable sufijo /-ucu/. Tiene una rebotica amable que es muy de nuestro gusto. La nuestra casuca: no puede haber expresión más íntima. Se supone es de origen visigodo. Se supone.

Hay otro sufijo que no estaba documentado hasta ahora: /-uscu/. Es todo lo contrario al anterior: pequeño pero desagradable. Pirruscu, puebluscu... son un perro chungo y un pueblo que también. Como antes con el verbo magostar, este sufijo tiene valor por sí mismo pero también por la luz que pueda aportar a la etimología del que parece su pariente, el sufijo /-ucu/, que ha dado vida a toda una tendencia: el uquismo.

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Nada más entrar en Sámanu, a las puertas de Castru, se yergue esta casa con una torruca adosada que no es otra cosa que... la cocina, como en muchas casas cabuérnigas de porte. Esta solución parece más extendida de lo que creíamos.




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Jalopu:


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Pedresa:


La estandarización de esta gallina se la debemos a Benito Madariaga de la Campa, veterinario y Cronista de Santander.

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Arca en un hórreo asturiano (de museo). Igual a este ejemplar lo tiene un amigo lebaniego, pero sin patas, reutilizado como mesa de salón (se abre y dentro están las revistas). ¿Vendrá este arca de un antiguo hórreo lebaniego? Dado lo poco que sabemos de nuestros hórreos, sobremanera de cómo estaban compartimentados por dentro o a qué se dedicaban, cualquier dato, cualquier pista es valiosa.

1 comentario:

Serrón dijo...

Me dicen que lo que se ve en la última foto, la del hórreo del museo asturiano, no es un arca, sino una masera, y que no es el hórreo donde se guardaba, a no ser que ya fuera ya un trasto inútil.

Y un comentario más: Liébana es uno de los pocos sitios del occidente cántabro donde el arca es "arca" y no "jucha".

Raquel y yo ahora que nos hemos ido a vivir juntos decimos que hemos "ajuntáu juchas".

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